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San Roque 

Valdesimonte se localiza en una gran llanura, no lejos de Cantalejo, de quien depende. Se trata de una pequeña población que tiene a gala haber sido el primer destino  del clérigo e historiador segoviano Diego de Colmenares, que publicó su "Historia de Segovia" allá por el siglo XVII.

San Roque, Valdesimonte

Apenas quedan en pie los muros de la ermita de San Roque.

De planta cuadrada, como un humilladero más,  puede aún observarse, sin nada especialmente reseñable, en las afueras de Valdesimonte, pequeña localidad anejada a Cantalejo. Encontrarás la ruina al otro lado de la carretera SG-231, al lado del arroyo de la Dehesa del Arenal.

ℹ️ San Roque no es la única ruina en la zona de Cantalejo; podrían sumarse al catálogo dos templos más, ya desaparecidos en su totalidad. En Cantalejo está documentado también un Humilladero y en la desaparecida población de San Juan de Neguera, la iglesia de San Juan.

En contrapartida Valdesimonte heredó varias interesantes piezas de arte sacro de pueblecitos de los alrededores venidos a menos. Así ocurrió con la talla de la Virgen de la Asunción, que vino desde el desaparecido Carrascalejo y con un retablo y la imagen de San Juan del ahora despoblado de San Juan de Neguera.


ℹ️ ¿Sabes que era exactamente un humilladero? Humilladeros son cruces o pequeñas ermitas de humilde traza levantadas a las afueras de las poblaciones, normalmente en bifurcaciones, que proliferaron en nuestra provincia durante los siglos XVI y XVII y tenían como objetivo orientar a los caminantes y albergar imágenes de Cristo o la Virgen que, de alguna forma, protegían a la población.

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